Reseña: Los ojos del perro siberiano de Antonio Santa Ana
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"Uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima, en los de papá enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche... Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los de mi perro. En los ojos de Sacha."
Título: Los ojos del perro siberiano
Saga: No
Autor: Antonio Santa Ana
Editorial: Norma (Zona Libre)
Páginas: 136
Nos quedamos un rato en silencio, envueltos en el perfume de
las hierbas. Hasta que le pregunté:
- ¿Por qué nunca hablamos de Ezequiel?
Apoyó las cosas en el piso con mucha calma. Estiró su mano
como para acariciarme. Me miró. Bajó la mano. Luego la vista y dijo en un
susurro.
- Hay cosas de las que es mejor no hablar.
"Hay cosas de las que es mejor no hablar". Eso
creen la madre y el padre de Ezequiel. Pero su hermano menor quiere saber qué
pasa, entender por qué Ezequiel está enfermo y por qué hay una parte de la
familia que eligió abandonarlo. Los pocos encuentros entre los hermanos, a
veces a escondidas, renovarán ese vínculo y darán forma al legado fraternal
hecho de libros, música, un perro y una crítica conjunta a la tradición
familiar.
Hace tiempo tenía ganas de leer este libro y, viendo que
muchas personas lo leyeron este año (con motivo de su nueva edición), decidí
buscarlo en las dimensiones de mi casa y leerlo. Y no entiendo por qué no lo
leí antes, aunque considero que lo mejor fue haberlo leído ahora debido a que
creo que vamos entendiendo los libros (y todo en general) de diferentes formas
a medida que crecemos. Por otro lado, no puedo agregar mucha más información más
allá de lo esencial de la historia explicado en la sinopsis. Es un libro con muy
pocas páginas y, al contarles más de la trama, sería casi imposible evitar los
spoilers.
"-Ninguna enfermedad te enseña a morir. Te enseña a vivir.
A amar la vida con toda la fuerza que tengas."
A amar la vida con toda la fuerza que tengas."
La historia se desarrolla desde la perspectiva de un chico,
cuyo nombre nunca llegamos a conocer, el cual nos detalla lo ocurrido a lo
largo de los años en los que conoció a Ezequiel (su hermano mayor).
En el transcurso seguimos conociendo algunos momentos de la
vida del protagonista y su familia. Vemos cómo, de cierta forma, evolucionan
los personajes y los cambios en los modos de tratar con Ezequiel al padecer su
enfermedad. Con esto último quiero hacer referencia a la sociedad y su mirada
al respecto. La historia se genera en los principios de la aparición de esta
enfermedad por lo que, muchas veces las personas eran propensas a alejarse y a
aislar tanto a aquellos que la tengan como a su entorno, en este caso a
Ezequiel y su familia (lo cual le sucedió al protagonista). Así fue como, poco
a poco, sufrió la pérdida de otras personas en las que confiaba y no
necesariamente tenían contacto directo con su hermano.
La postura de su familia se sostiene durante
toda la historia, tanto el padre como la madre se encontraban enojados con su
hijo y no sintieron la necesidad de volver a entablar una relación con Ezequiel
después de lo ocurrido, por lo que, como consecuencia, éste tuvo que mudarse
lejos de su familia.
"Es terrible darse cuenta de que uno tiene algo, cuando
lo está perdiendo."
Otro aspecto que me gustó fue la aparición de Sacha, la
perra siberiana rescatada por Ezequiel. Si bien no se realiza mucho hincapié en
su presencia, considero que conlleva un significado mucho mayor, especialmente
para él. Esto se debe a que desde algún punto, ambos se encontraban en la misma
situación de ser marginados debido a sus "diferencias".
Por último, el desenlace es algo triste pero anticipado
desde un principio, por lo que supongo que los lectores estábamos conscientes
de lo que iba a ocurrir y no fue para nada una sorpresa.
Tanto la historia como la forma de escribir del autor son
sencillas y únicas, el lenguaje utilizado carece de complejidad y, debido a
estos factores, la lectura es muy llevadera. Si bien está dirigido para
niños/adolescentes, considero que cualquier persona, sin importar la edad,
puede leerlo.
Logré conectar con el libro desde el primer momento y
finalmente me quedé con ganas de más.
En general, "Los ojos del perro siberiano" es una
historia muy linda y conmovedora. Nos otorga diversos mensajes sobre la vida,
las relaciones entre adolescentes y adultos, la sociedad y los prejuicios
establecidos en ella. ¡Una lectura ideal para cualquier época del año!
5/5
3 comentarios
Me facina también esa historia Lloré la primera vez que la leí
ResponderEliminarMe encanto rata
ResponderEliminargracias por la tarea
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